Confesiones del siglo 21. Regina Magaña

Confesiones del siglo 21
Regina Magaña

TuNiñoDeLaSelva: Hola
AliciaNotInWonderland: Hola
AliciaNotInWonderland: Pensé que nunca escribirás de vuelta. 
TuNiñoDeLaSelva: Bueno, por algo te di mi cuenta en messenger, ¿no es así? 
AliciaNotInWonderland: Pue sí, pero muchos chicos de tu edad tienden a ser un poco pesados jajaj piden muchas fotos y no dan nada a cambio. 
TuNiñoDeLaSelva: Bueno, yo no soy como los otros chicos. 
AliciaNotInWonderland: Ya, desde que me dijiste que te llamabas “Mowgli” me quedó más que claro. ¿De dónde viene tu nombre? 
TuNiñoDeLaSelva: No es importante, siento que hemos hablado demasiado de mí. Me encanta tu nombre de usuario, por cierto.
AliciaNotInWonderland: No hemos hablado lo suficiente, de milagro pude sacarte que tienes 15 y vives a un par de horas .-. Dime y te diré ;)
TuNiñoDeLaSelva: Pues vengo de una pequeña aldea en la India, tan pequeña que solo contamos con un cuchitril para conectarnos al internet. Le llamamos la “casa del lobo”, porque el dueño, Akela, tenía la manía de aullar cuando se ponía ebrio.  Pero me tuve que mudar porque me di cuenta que vivir entre animales no era lo mejor para mi futuro, sobre todo porque había empezado a adoptar actitudes que a muchos de los chicos de mi edad les incomodaba. Mis padres adoptivos me enviaron por eso a Inglaterra, para que me formara como un hombre hecho y derecho bajo el sistema británico. 
AliciaNotInWonderland: Vaya, ¿y que tal te has sentido? Espero que el clima no te haya deprimido mucho, porque la gente suele decir que las tempestades en esta época son lo peor. Pero no te dejes engañar; esto se queda así todo el año. 
TuNiñoDeLaSelva: Jajaja si lo imagino, ayer pronosticaron la lluvia solo para medio día pero, ¿me creerás que no pude salir de casa? Y con el cambio… equis. Aun no me acostumbro a comer con cubiertos, y para ser sincero no me gusta para nada tomar el té. Y los bizcochos son demasiado secos… No lo sé… Quizá te parezca ridículo, pero no siento una diferencia muy grande con los chicos de mi edad aquí que allá. Es todo un poco de lo mismo, ¿sabes? Aunque era más sencillo enfrentarte a gente que genuinamente se portaba como animal, antes que gente que actúa de forma civilizada pero que muestra su lado bestial a través de sus ojos. 
AliciaNotInWonderland: Te entiendo totes(1). Es un secreto a voces, pero la gente en mi internado cuchichea siempre a mi espalda por un incidente que tuve con algo llamado “conejo blanco”. No sé si en la India sea popular o no, pero hace un par de años mis “amigas” me obligaron a ir a una fiesta, y entre copa y copa y risa y risa terminé inhalando esa cosa. Y no sé si fue el hecho de que no había probado nada de la gigantesca mesa de dulces, o que sentía este abismo al darme cuenta que nunca sería tan buena, o tan inteligente, o tan perfecta como mi hermana mayor, que literalmente me llevaron al tercer carajo. Empecé a tener unas visione loquísimas, y sentí mi cabeza tan grande que tocaba el techo, lloré tanto que me ahogué con mis lágrimas, vi a mi madre, como la reina que piensa que es, obligándome a hacer cosas fuera de mi zona de confort. 
(1) Coloquialismo del inglés para decir totalmente.
AliciaNotInWonderland: Espero que me estés siguiendo el hilo, a veces escribo con mucha huevada y se me olvida que el inglés no es tu lengua materna jajajaj. 
TuNiñoDeLaSelva: Todo bien, tengo el google traductor a mi costado, así que no te apures. 
AliciaNotInWonderland: Genial, genial. Espero que tampoco pienses que soy una pesada por estarte contando estas cosas. Es que nunca había conocido a alguien que me escuchara con la profundidad con la que siento que lo haces tú. O leyera, perdón jajajaja. Eres un alma vieja, Mowgli. 
TuNiñoDeLaSelva: Continúa, quiero entender. 
AliciaNotInWonderland: Después de eso, no recuerdo mucho más. Hubo muchos colores, y formas, y animales parlantes, que bien pudieron haber sido las canciones de reggaetón que se escuchaban en la fiesta, o mis propios compañeros que me rodearon, todos vestidos con patrones neón. Es un episodio de mi vida que no podría explicarte sin sonar como una loca. Todos se reían porque al parecer no dejaba de balbucear algo sobre ”El país de las maravillas”. Y después de eso, el apodo quedó. “La loca del país de las maravillas”. No hay que ser muy listo para entender mi nombre de usuario. 
TuNiñoDeLaSelva: Vaya, perdona, no lo sabía. 
AliciaNotInWonderland: Claro que no lo sabías jajaj te lo acabo de contar. Pero está bien, ya no me afecta. Llevo una terapia con el Gato sonriente. No sé si habrás visto ya algunos de sus anuncios en la televisión, pero es un psicólogo genial. Tiene como mantra la psicología pero desde la propia reflexión. Todo este proceso me ha ayudado a conocerme mejor a mí misma, así que ya no soy tan dura con mis amigas por haberme dado drogas jajaja es más, hasta se los agradezco. 
AliciaNotInWonderland: Espero no estarte aburriendo. 
TuNiñoDeLaSelva: Nada nada, niña. Deja de disculparte. 
AliciaNotInWonderland: Perdona jajaja es algo con lo que todavía tengo que trabajar. 
TuNiñoDeLaSelva: Ali, ¿puedo llamarte así? La verdad es que no he sido muy sincero contigo. 
AliciaNotInWonderland: Oh vaya, que sorpresa… Supongo que tú también querrás fotos, ¿no? 
TuNiñoDeLaSelva: ¿Qué? No. Es sobre mi historia. A pesar de que sí vine porque era necesario que aprendiera de otra cultura, la verdad es que estoy escapando. Mis amigos y yo nos metimos en malos rollos mientras jugábamos por las calles, vimos accidentalmente a un señor vendiendo drogas y cuando nos puso las manos encima supimos que estábamos jodidos. Así que empezamos a ayudarlo con el negocio. Hasta que mis padres se dieron cuenta del peligro que corría, Shere Khan ya me estaba buscando para que saldara mis deudas y la selva no es un lugar muy grande para perderse, ¿sabes? Así que, heme aquí. 
AliciaNotInWonderland: Bueno, las cosas suceden por una razón. Si no te hubieras metido en ese lio quizá no nos hubiéramos conocido. Y si yo no me hubiera metido en el lio que me metí, quizá no entendería tan bien tu situación. Todavía existen compañeros de clases menores que me preguntan si tengo algo para vender, a pesar de que nunca fui distribuidora en primer lugar. Estoy harta, porque obviamente estas cosas llegaron a los oídos de mis padres y… Ya te imaginaras que no les dio demasiada risa. Lo único que me da gusto es que por lo menos no quisieron hacer de la situación algo muy grande, para mantener las apariencias. Pero estoy cansada de todo esto. No debería estar en este chat siquiera. Mis padres me prohibieron el acceso a las redes sociales, porque consideran que soy demasiado influenciable para todo lo que veo en ellas, sobre todo con el “Boom” que ha tenido el conejo blanco en Instagram. Pero ellos no entienden que 1)La única razón por la que lo probé fue porque ellos me recomendaron ser más social e integrarme mejor con mis compañeros  y 2)El único lugar donde soy real es en el internet. Nadie entiende realmente. Y todo lo demás… es un poco irrelevante jajaja. 
TuNiñoDeLaSelva: Lo sé, apesta ser adolescente. 
AliciaNotInWonderland: Totes. 
TuNiñoDeLaSelva: Oye, Ali. 
AliciaNotInWonderland: Mowgli
TuNiñoDeLaSelva: ¿Te gustaría escapar conmigo? 
AliciaNotInWonderland: Oh Mowgli… No lo sé. Es muy pronto… Y acabo de conocerte…
TuNiñoDeLaSelva: ¿Tienes miedo? 
AliciaNotInWonderland: Por supuesto que no. Pero…
TuNiñoDeLaSelva: ¿Pero qué?
AliciaNotInWonderland está escribiendo…
AliciaNotInWonderland: Veámonos mañana, a las cuatro frente a la orilla oeste del río. Donde está la cafetería del Sombrerero. Para quitarte ese mal gusto que traes del té y los bizcochos, ya verás que este lugar te encantara. Funciona como buffet “all you can eat” por un precio súper accesible para estudiantes. 
TuNiñoDeLaSelva: Espero tus recomendaciones no fallen. 
AliciaNotInWonderland: Nunca :)
AliciaNotInWonderland: Espero que tengas una bonita noche, te dejo porque mañana tengo clases y no quiero ir muy desvelada. 
TuNiñoDeLaSelva: Anda, niña. Que tengas buenas noches. 
AliciaNotInWonderland: Gracias
AliciaNotInWonderland: Estoy contando los minutos para mañana. 
↙↙
Pero son las cuatro de la tarde y Alicia no aparece. Mowgli, o mejor conocido como Ted Bundy, está recargado en la pared de la entrada de la cafetería, fuma un cigarrillo y trata de no parecer sospechoso. Y aunque lleva puesta su mejor camisa, se ha arreglado las cejas  y huele a colonia cara, no puede evitar sentir algo parecido a la desesperación. ¿Cómo se saldría con la suya si alguien llegara a cuestionarlo por estar tomando el té con una niña menor de edad? Pues diría que se trataba de su hija, y si la niñata pretendía hablar ya se encargaría de regañarla en su casa.  Se mira al espejo y se acomoda los rizos oscuros. Se sonríe en el reflejo, con una de sus típicas sonrisas, que ya le habían conseguido llevarse a más de diez Alicias a la cama, y respira un par de veces para mantener la compostura. Pero el humo del cigarrillo consigue el efecto contrario e inevitablemente arrastra su vista hasta su reloj. 16:15. ¿Dónde está esa mocosa? 
Pero son las cuatro de la tarde y Mowgli no aparece. Alicia, o mejor conocido como John Wayne Gacy, se pasea frente a la cafetería, sin intentar lucir desesperado. Pero el movimiento causa que su frente se empañe de un ligero sudor, que John limpia con un movimiento rápido. Se peina su espeso bigote y murmulla el dialogo cómico que ha preparado para sorprender al niño. ¿Cómo se saldría con la suya si alguien llegara a cuestionarlo por estar tomando el té con un niño menor de edad? Pues diría que se trataba de su sobrino, y si el niño pretendía hablar ya se encargaría de regañarlo en casa. Abre y cierra sus manos y continúa caminando. 16:18. ¿Dónde está ese mocoso? 
Y no es hasta que ambos hombres cruzan las miradas, con los rostros pálidos pero con ojos que parecen leerse, que se dan cuenta de su error. Los dos dan media vuelta y desaparecen por lados contrarios sin volver a verse. 

En el aire reina un espeso silencio nauseabundo. 

Comentarios

  1. La intermediación digital reclama su lugar en la narrativa y es lógico, justo y necesario. En todo caso, a mí, como lector, me apasiona este imperativo. Como autor, lo vengo explorando hace años.
    Este relato de la joven mexicana Regina Magaña logra un mix entre la tecnología que nos linkea y el masscult + analógico.

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